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Usueño hecho realidad

Se nos presenta la ocasión propicia, una efeméride oportuna papa recordar los 65 años de la Fundación de la Real Hermandad de la Sagrada Entrada de Jesús en Jerusalén conocida vulgarmente como la Hermandad de "la borriquita" el 18 de Enero de 1.953, así como reconocer públicamente la acertadísima decisión que impulsó al M. I. Sr. D. José Ruiz Mantero, de feliz memoria, párroco que fue de Santa Maria Magdalena de Dos Hermanas, integrar en ella a todos los niños de la localidad.

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Me consta, por ostentar en aquella fecha el cargo de Secretario de la Juventud Masculina de Acción Católica y en mi cercanía diaria con D. José, su preocupación permanente por todo lo concerniente a Dos Hermanas en su vida espiritual -ya que únicamente existía la parroquia de Santa María Magdalena-, y su deseo constante de tratar de mejorar las condiciones de vida de los más económicamente débiles. Decía con frecuencia que "los niños eran el porvenir del mañana".

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A sus colaboradores directos, los coadjutores, así como a cuantos colaborábamos con él en las diferentes parcelas de la vida parroquial nos urgía a la formación intelectual y espiritual. Me consta también que desde su llegada a nuestra ciudad en Noviembre de 1.951 se puso en contacto con el magisterio local, haciéndole ver la urgente e imperiosa necesidad de preparar a la juventud para un mañana más o menos lejano.

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Gracias a esa colaboración recibida del magisterio nazareno, encontró en el mismo a beneméritos maestros que le ayudaron a hacer realidad la creación de la Hermandad de niños de la Entrada en Jerusalén; Una agrupación parroquial infantil que caló en el sentir unánime de los maestros, pudiendo recordar entre ellos a D. José Varela, D. Enrique Diaz Ferreras, D. José Romero y D. Juan Mendizabal

Rvdo. P. D. José Ruíz Mantero

Es verdad que quien esto escribe, por razón de edad, no perteneció a aquella Agrupación infantil, pero sí pudo valorar el espíritu evangélico que impulsaba a integrar a numerosos niños que se sentían cofrades en el seno de la parroquia junto a la imagen de Cristo, que, montado sobre una “borriquilla", recordaba a todos las palabras de Jesús en el Evangelio: "Dejad que los niños se acerquen a mí".

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Parece pues, una fecha oportuna para recordar ese acontecimiento a fin de rememorar con alegría la fundación de la Hermandad hace 65 años y podamos trazar un pequeño esbozo histórico de los primeros años de su vida como Hermandad infantil. Así pues, en los años siguientes hasta 1.959 la corporación tuvo el carácter de "Hermandad de niños", celebrando cultos y procesión cada Domingo de Ramos. Es historia compartida con tantos y tantos amigos y hermanos cofrades, miembros de una misma Iglesia, unos vivos y otros que gozan ya de la presencia de Dios y de la Santísima Virgen Maria. Creo que hoy, al recorrer en la distancia del tiempo más de medio siglo de vida y de todos los acontecimientos que se han desarrollado en la existencia de aquella agrupación infantil unida en Hermandad, hemos de comenzar por dar gracias a Dios y a su Madre por todos los beneficios que hemos recibido, tanto en el orden espiritual como material, pues yo al menos estoy convencido de que nuestra permanencia ha servido para dar testimonio de autenticidad como cristianos y cofrades.

Crear una Hermandad para los niños de Dos Hermanas

Acción Católica

Decía anteriormente que, por razón de edad, en aquel mes de Enero de 1.953 no entré a formar parte activa de la nueva agrupación infantil. No obstante, al pertenecer, junto con otros jóvenes mayores, a la inolvidable Juventud Masculina de Acción Católica, nuestra vinculación con los "jovencísimos cofrades de la borriquita" fue estrecha desde el principio, ya que a muchos de aquellos niños los conocíamos por estar inscritos también como "benjamines" y "aspirantes" en el movimiento de la Acción Católica parroquial. Sabíamos muy bien que en el espíritu formativo de la Acción Católica se nos invitaba a participar como seglares dentro del apostolado jerárquico de la Iglesia y que uno de nuestros lemas era el de "llevar almas del joven a Cristo e inyectar en sus pechos la fe". Por eso estábamos unidos a aquella bulliciosa y alegre chiquillería, gracias al celo sacerdotal y apostólico de D. José Ruiz Mantero y sus colaboradores, que quisieron agrupar en torno a Cristo a los niños nazarenos, para inyectar en sus corazones infantiles la fe de la Iglesia.

Han transcurrido 65 años y aún recuerdo con alegría la llegada a la casa parroquial de un grandísimo cajón de madera que, ante la expectación de grandes y pequeños, se iba abriendo poco a poco y, tras retirarse las "virutas de paja" que cubrían la caja, se hizo visible totalmente esa Imagen del Señor montado sobre la "borriquita", en una sola pieza y que procedía de Olot por encargo de D. José quién con cara radiante de felicidad y sonrisa abierta exclamó: "Ea, los niños de Dos Hermanas ya tienen un Cristo para procesionar en Semana Santa". Creo sinceramente que aquella noche D. José debió dar gracias a Dios porque había podido acercar los niños a Jesús de Nazaret.

Creo que no se deben olvidar los años comprendidos entre 1.953 y 1.959 pues integran un periodo antecedente en el que se establecieron algunas de las bases sobre las que hoy se asienta la vida de la Hermandad, años que podríamos calificar con acierto de “pre-historia". Recuerdo que durante esos seis años, dos fueron los responsables de la nueva cofradía: Luis Alcántara López y Juan Antonio Claro Arahal.

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Fue a este último al que sustituí en Mayo de 1959. Ellos fueron, con muchos otros que afortunadamente continúan en el seno de la Hermandad, protagonistas de las ilusiones de "los niños" de la borriquita" con su primer desfile procesional. La nueva Cofradía se había incorporado, de pleno derecho, a la nómina de la Semana Santa nazarena. Eran por tanto siete las Hermandades que procesionaban.

 

Conservo en el recuerdo la salida procesional a las cuatro de la tarde. El periódico de Acción Católica "Adelante" decía: que esta primera salida "fue todo un éxito”; yo, por mi parte lo ratifico hoy aquí después de 65 años y deseo manifestar que aquella incipiente agrupación infantil dio sus frutos.

primeras salidas

En los tiempos que corren observamos en la distancia del tiempo, que nos encontramos inmersos en una aguda crisis de valores espirituales, por lo que es difícil olvidar aquella formación religiosa recibida de cuantos sacerdotes han ido pasando por nuestra Parroquia de Santa Maria Magdalena, y al hablar de Hermandades en general, aunque muchas de ellas no se encuentren establecidas en la referida Parroquia, si hemos de reconocer que muchos dirigentes de las mismas recibieron su formación cristiana en el seno de la Juventud Masculina de Acción Católica.

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En el mes de Julio de 1.957 D. José Ruíz Mantero ganó las oposiciones a curato propio de la Parroquia del Sagrario de la Santa Iglesia Catedral de Sevilla. El domingo siete de ese mes, se despidió oficialmente de Dos Hermanas como Párroco y ese mismo día por la tarde, se posesionaba de su nueva Parroquia. Le sustituyó D. José Mª Ballesteros Bornes quien también había ganado las oposiciones para cura propio de Santa Maria Magdalena y en la tarde del domingo 14 de Julio llegó a nuestra ciudad.

 

Entre sus actividades desplegadas no se olvidó de los "Niños de la Borriquita" y continuaron los cultos y salidas procesionales. En la Semana Santa de 1959 culminó la tarea comenzada en 1.953, pues al quedar suprimida la Acción Católica, un grupo de militantes de la misma decidió integrar a todos los miembros de ese movimiento, jóvenes aspirantes y benjamines en torno a la Hermandad de la Sagrada Entrada en Jerusalén convirtiéndola en Hermandad de Adultos. El nuevo párroco aprobó esa decisión y de inmediato se acordó tener una reunión informativa procediéndose a designar una Comisión Gestora encargada de redactar unas Reglas para someterlas a la aprobación del Arzobispado, así como solicitar la erección canónica en la Parroquia de Santa Maria Magdalena e incorporar a la misma una imagen de la Santísima Virgen bajo la advocación de Nuestra Señora de la Estrella. En dicha reunión de la Gestora fui nombrado Hermano Mayor, procediendo a integrar en la misma a jóvenes mayores de edad, toda vez que al constituirse en Hermandad de adultos se precisaba ese requisito para ostentar la representación jurídica necesaria. A partir de esa fecha, una comisión se encargó de la redacción de las Reglas, que fueron seguidamente aprobadas por la Autoridad Eclesiástica (con felicitación expresa a sus redactores por lo acertado de su contenido), expidiéndose el Decreto de erección canónica como Hermandad y siendo confirmada posteriormente la Junta de Gobierno.

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Fue ciertamente una nueva etapa que empezaba a consolidarse como ampliación de la anterior de los niños fundada por D. José Ruiz Mantero. D. José exteriorizó su gozo y alegría por esta consolidación en las numerosas visitas que le hicimos, agradeciendo siempre con su exquisita amabilidad y bondad las deferencias de que -según decía- era objeto por nuestra parte.

consejo

La nueva Imagen de la Virgen de la Estrella fue bendecida por el Párroco D. José Maria Ballesteros el domingo 13 de diciembre de 1959. A este respecto, quiero citar literalmente la crónica que publicó ABC de Sevilla sobre el acto de la bendición: "La Santísima Virgen de la Estrella fue bendecida por nuestro párroco, Don José Maria Ballesteros, asistiendo a tan hermoso acto las autoridades civiles y militares, representaciones de todas las Hermandades nazarenas y la Junta de Gobierno de la Hermandad. Seguidamente de la bendición se celebró una solemne Misa y al finalizar, quedó expuesta a la veneración de los fieles en devoto besamanos.

No quiero finalizar sin dedicar un entrañable recuerdo de gratitud a todos los párrocos y sacerdotes adscritos a la Parroquia durante estos 65 años transcurridos desde D. José Ruiz Mantero hasta nuestro párroco actual D. Manuel Sánchez de Heredia y muy en especial a Su Eminencia Fray Carlos Amigo Vallejo que presidió los cultos del cincuentenario en Enero de 2003.

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Termino felicitándome por haber vivido y colaborado en el sueño de un hombre bueno que pasó por Dos Hermanas haciendo el bien. Me refiero a D. José Ruiz Mantero que profetizó en cierta ocasión: "Una cofradía de niños, será la mejor promesa para cofradías de hombres".

 

Miguel Gil Pachón.

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